Es una prótesis removible con armazón de cromo cobalto, dónde van asentados los dientes postizos. Se quita para lavarla al cepillar los dientes naturales. Se sujeta mediante ganchos en los dientes remanentes en boca. Lleva más de 100 años de experiencia. Es un tratamiento clásico que funciona muy bien, si está bien equilibrada. Es rápido, no hay que lijar ningún diente, y es un tratamiento más económico que el resto, que son mucho más laboriosos. Funciona muy bien durante años. La persona se acostumbra a llevarla, pasando inadvertido y olvidando que la lleva.